La supervisión y la tutela de personas con enfermedades psíquicas es una de las labores más importantes que se están llevando a cabo en estos primeros días de cuarentena por la crisis sanitaria. Para muchas de estas personas que sufren trastornos severos y persistentes, como pueden ser el de personalidad, el bipolar o la esquizofrenia, los aislamientos pueden llegar a ser un infierno si no tienen cerca a profesionales que les ayuden a llevar la situación de la forma adecuada, evitando así que se agraven sus enfermedades.

Es el caso de la Asociación Alba, integrada por familiares y amigos de enfermos psíquicos, que cuenta con varios pisos tutelados en Pontevedra. Hasta hace poco contaba con 24 usuarios, una cifra que ha conseguido reducir a 15 para que todos cuenten con una habitación individual, que será clave en un hipotético contagio por coronavirus, para poder proceder a su aislamiento. Esto ha sido posible gracias a la colaboración de las familias, que se han comprometido a supervisar la medicación de estas personas.

Según explica el director del centro, Roberto Fernández, "los que están actualmente en nuestros pisos lo están llevando bien". La asociación trabaja en coordinación con el Servicio de Psiquiatría del CHOP, al que envía informes detallados, y por ahora solo han solicitado el ingreso de una persona "porque pensamos que no iba a soportar esta situación en casa".

Fernández confirma que en algunos casos la cuarentena es muy dura para las personas con algún trastorno mental, por lo que están especialmente pendientes de todas las que están a su cargo e incluso disponen de pisos con finca en los que pueden llevar mejor el aislamiento. "Por ahora, la situación es llevadera. Si se alarga mucho, veremos cómo evoluciona".

Los consejos que da Roberto Ferández para estas personas con alguna enfermedad psíquica se pueden aplicar también a quienes no las tengan. "Es el momento de desarrollar hobbies, de hacer juegos y, sobre todo, de no agobiarse con la televisión, porque estamos sometidos a un exceso de información", explica el director de la asociación, que considera que entre los pacientes que están medicados, "el 90 por ciento puede llevar bien la cuarentena". Y es que, según apunta, en muchos casos "la atención social y familiar funcionan mucho mejor, porque tienen menos sensación de soledad".

Los profesionales que trabajan en Alba se encargan de supervisar la medicación de estos usuarios y también cuentan con un servicio de atención a domicilio para llevarles alimentos o incluso dinero, en el caso de los que se manejan bien en el supermercado y, lo más importante, son capaces de actuar con responsabilidad ante la situación de alerta sanitaria existente, extremando las medidas de seguridad para evitar posibles contagios.